viernes, 28 de enero de 2011

Para evitar el corralito progresista

Por la inflación, Argentina encarga al Brasil 100 millones de billetes de cien pesos.

escribe Oberdán Rocamora
Redactor Estrella, especial
para JorgeAsísDigital


El cristinismo, en materia de soberanía gestualmente económica, arranca para el demonio.
A los efectos de evitar el “corralito” progresista, el directorio del Banco Central decidió encargar el delivery del papel moneda.
Por carencia de tiempo, pero sobre todo de previsión. En agosto se sabía iban a faltar los billetes. Los bancarios lo divulgaban.
A través del recurso de una Unión Transitoria de Empresas (UTE), la tarasca se encarga a la usina billetera del Brasil.
En efecto, la Casa da Moeda do Brasil, asociada en la UTE madre, con su colega local, La Casa de Moneda de Gostanián, deben elaborar, entre las dos, según nuestras fuentes, ciento treinta millones de billetes de cien pesos.
Trece mil millones de pesos. Equivale a tres mil doscientos millones de dólares.
Los papelitos crocantes, con la pelada de Roca, tienen que estar listos, primorosamente impresos, antes del 15 de diciembre. Dentro de cuarenta días.
De los 130 millones de billetes de cien pesos, 100 millones estarán a cargo del Brasil. Cuenta con superior tecnología.
Los otros 30 millones de billetes de una gamba se confeccionarán en la patria. En La Casa de Moneda que dirigen, en la actualidad, los discípulos menos aventajados del señor Gostanián.
Por la condición de locales, los 30 palos de billetes que se harán aquí, tendrán “la numeradora” que corresponde.
En cambio, los 100 millones de billetinhos de cien, los que proceden del Brasil, vendrán, según nuestras fuentes, con una “numeradora” diferente.
Significa, en portugués básico, que habrá, en el mercado, dos clases de billetes de cien de curso legal. Pero con modificaciones (casi) imperceptibles. Captables, apenas, por los falsificadores más refinados.

El oficio de negar la inflación

El quemo -que otros llaman papelón-, legitima las explicaciones lúcidas que suele brindar el ministro Amado Boudou. Lanzadas a propósito del admirable oficio de negar la inflación. Asesorado, probablemente, por las instrumentaciones conducentes del misterioso señor Pepe Nariga.
Es -Nariga- un solvente articulador inmobiliario. Suele deslizarse entre las inversiones apasionantes de Mar del Plata. Ciudad que le depara, al ministro, la prosperidad, la suerte que merece.
Para consumo de la gilada colectiva, el delivery de los billetinhos obedece a la fervorosa capacidad de consumo del pueblo. Consecuencia de la solidez generada por nuestra economía. Gestionada, según nuestras fuentes, por las precarias comunicaciones telefónicas que se registraban entre dos patriotas. El persistente Juan Carlos Pezoa, secretario de Hacienda, y el extinto ex presidente Kirchner.
“Habrá que ver, en adelante, como vivir sin El Furia”. La continuidad del mecanismo de toma (o dilatación) de decisiones. Con De Vido, por lo que sabemos, a Pezoa le cuesta entablar una línea. Lanzar las terminales de las cifras.
Es necesario conformarse y no indagar. Resignarse a la idea de la fascinación contagiosamente popular. Por desembarazarse de los billetes que se evaporan.
En determinadas cuevas decisorias, los menos presentables billetes argentinos, por acumulación de manoseos, son denominados “la basura”. Por los adictos a la magia cautivantemente reparadora del dólar. O del euro. Billetes internacionalmente respetables. El cambio comparativo implica una abrumadora diferencia en la cantidad del papel a utilizarse. Una valija con dinero argentino puede convertirse, en el cambio, en un elegante attache.
Un billete de 100 dólares equivale, hoy, a 4 billetes de 100 argentinos.
Un similar de 100 euros, a cinco “basuras” argentinos. Pero ocurre que los europeos inflamados mantienen la parada de billetes de 500 euros.
Cada crocante de 500 euros representa 25 “basuras” de cien.
La sensatez elemental de cualquier ama de casa indica que se impone confeccionar billetes, por lo menos, de 200 pesos. Aunque perfectamente podrían circular, también, billetes de 500.
“Brillante idea, olvidala”, sentenció Oscar Wilde.
“Convénzase que no se puede, Rocamora, hacer en la Argentina billetes de 200 pesos. Aunque hagan falta”, confirma la Garganta.
Es -la Garganta- experta en la anarquía del Banco Central. En las estremecedoras diferencias entre la funcionaria que mejor sabe sonreír, la señora Mercedes Marcó del Pont, y el ministro Boudou. Quien reluce como destacado organizador de la prestigiosa peña del pensamiento profundo. Catarsis grupales en la Confitería “Puerto Rico”. Junto a “Maligno” Vélez, el ministro Tomada, la teórica Sandra Russo y el poeta Cristian Favale. Aún no se consignó el aporte del Pepe Nariga, condenado a la
 popularidad. Ampliaremos.
“Hacer los billetes de 200 pesos sería una manera de reconocer, Rocamora, que hay inflación. Eso nunca”.
Reflexión -en cierto modo- medular. Definitivamente, Boudou, en representación del cristinismo económico, tiene razón.
Es más conveniente la fantasía de negar la inflación.
Es preferible adherir a la tesis de la superabundancia de consumo.
Como sentenció Vernet, el pensador positivista de la Escuela de Rosario:
“Basta de realidades. Lo que el pueblo quiere son promesas”.
Emerge entonces, como un acto racional, la obstinación del ministro Boudou. La valentía cívica de faltarle el respeto a la inflación. Ningunearla. Es sólo leve preocupación de los tilingos intrascendentes de la clase media alta. Destituyentes que combaten “el modelo”. “Por sus virtudes y no por sus defectos”. Palabras de La Elegida.

El cerco

La inflación -como el mar del film de Tyrone Power- no perdona.
La inflación hace desaparecer, a los billetes-basura, con la celeridad que puede desorientar hasta al metafórico Maligno.
De todos modos, pese a la formación desarrollista de la señora Marcó del Pont, el directorio del Banco Central dista de considerar, el encargo del delivery, como algo vergonzosamente impugnable.
Que deban fabricarse en el exterior, y precipitadamente, los billetinhos que deben utilizarse aquí.
En su defecto, por la carencia de billetes-basura en la plaza, un ministro atildado, de la magnitud intelectual de Boudou, tendría que proponerle, a La Elegida, la idea peligrosa del cerco.
Manera elegante de obstruir, con el vulgarismo de “el corralito”.
Recurso, siempre, de verano. Otra idea furtivamente salvadora puede ser “el patacón ruckaufiano”.
Cuando instiga la desesperación por consumir. Consecuencia de la felicidad de Palito Ortega. La algarabía colectiva que instala la superioridad ética, y estética, del “modelo”.
Una lástima que el cerco remita a las horribles evocaciones de comienzos de siglo.
Imágenes de severa impotencia ante el cajero automático. El que puede, inútilmente, ser destruido.
Escenario que, de ningún modo, puede admitirse en el gobierno que supo restaurar la fe popular. La creencia en el atributo transformador de la política. Con un “modelo” que redistribuyó mejor el ingreso.
“Porque la revolución -decía Lenin- es la alegría de los pueblos”.
Un gobierno pródigo, en fin, de virtudes entrañables. Con la magnífica capacidad de maquillar. De simular.
De tratar, en definitiva, a la ciudadanía entera, de idiotas. Giles de lechería. A los que fácilmente se les puede hacer creer, de arrebato, que la inflación no existe.
Es -la inflación- como la inseguridad. Una sensación amarga que suele apoderarse de los portadores enfermos de conspiraciones. Enrolados, siempre, en la clase media alta.
De no haber (irresponsablemente) perecido, es probable que El Furia también se hubiera avergonzado del recurso del delivery. Cien millones de billetinhos crocantes.
Un socorro que deschava, con espeluznante claridad, la contradictoria fragilidad de la economía. La cara oculta del gobierno adicto a la tergiversación. Que falsea con descaro. Que no puede permitirse, jamás, por último, la transgresión del sinceramiento.


Oberdán Rocamora
para JorgeAsísDigital.Com

Para evitar el corralito progresista

Alzheimer digital


Es la tercera oportunidad que le mando un sms a alguien que conozco desde siempre y mucho me conoce tambien.

Es la tercera oportunidad que me responde ¿Quien sos? Le respondo quien soy.

La explicacion que me brinda aduce una perdida de datos en su telefono movil.

Respondo sin dudar que mi corresponsal sufre de Alzheimer Digital.

Enfermedad moderna de iletrados en sistemas tenologicos que se resisten a leer los manuales de los dispositivos de los que son usuarios.

O no disponen, por perversidad de los que los manufacturan, la informacion para emplearlos con un minimo de gasto.

Homa Barbacana

jueves, 27 de enero de 2011

Alejandro Amenabar, un cineasta excepcional

(Santiago de Chile, 1972) Cineasta español. Aunque Alejandro Amenábar nació el 31 de marzo de 1972 en la capital chilena, sólo residió en su ciudad natal hasta agosto del año siguiente, cuando sus padres, dos semanas antes del golpe de estado de Augusto Pinochet, decidieron emigrar a España y se instalaron en Madrid.
Con el año y medio de edad que tenía al dejar Chile, el conocimiento de su tierra tuvo que formarse a través de las referencias, el acento y las costumbres de sus mayores. Estos y otros indicios de su identidad, que cobraron formas más definitivas en sus posteriores viajes a Chile para presentar sus películas, hicieron que mantuviese su doble nacionalidad, no obstante sentirse y declararse español. Y si bien parece poco probable que haga cine político, dado el estilo de su filmografía, no descarta rodar en el futuro una película sobre aquellos funestos acontecimientos que cambiaron la historia de su país el 11 de septiembre de 1973.


Alejandro Amenábar

Apasionado por las imágenes, más que por los juegos infantiles, el niño Amenábar ocupaba su tiempo libre entre cintas de vídeo. Vio decenas de veces su película favorita, 2001: una odisea del espacio (1968), de Kubrick, algo que seguramente lo vincula a algunos compañeros de generación, aunque en su caso existía una peculiaridad: para Amenábar, las imágenes eran indisolubles de la música de fondo.
Una apreciación que le aficionó a las bandas sonoras, lo convirtió en coleccionista y le orientó más tarde a la composición musical y a la convicción de que, si no fuera director de cine, sería músico. De hecho, con su Macintosh, un secuenciador multipistas, un teclado, una mesa de mezclas y varios sintetizadores ha compuesto la música no sólo de todas sus películas sino también de Nadie conoce a nadie, de su amigo Mateo Gil, y La lengua de las mariposas, de José Luis Cuerda.

Suspenso universitario en realización

En 1990 inició sus estudios de imagen y sonido en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense, pero ya entonces se sentía urgido por poner en marcha sus primeros proyectos como realizador, y así lo hizo, so pena de perder no pocas clases. Cuando casi le tocaba licenciarse, abandonó los estudios por culpa de un suspenso: la asignatura era precisamente realización.
Por entonces ya había rodado sus primeros cortometrajes, en los que no sólo ejerció de director, sino también como guionista, protagonista, autor de la banda sonora y montador: La cabeza (1991), que obtuvo el primer premio de la Asociación Independiente de Cineastas Amateurs (AICA), e Himenóptero (1992), cuya proyección en el Festival de Elche despertó los elogios de Bigas Luna y el interés de otro director, José Luis Cuerda, quien a partir de entonces
ejerció de mecenas del joven realizador.

Cuerda fue el productor del siguiente corto, rodado ya con mayores recursos técnicos y en 35 milímetros, Luna (1995), con el que Amenábar inició una práctica común a todos sus trabajos posteriores: la composición de la banda sonora. El filme prefiguraba su gusto por el cine de género y también el talento como narrador que decidió a Cuerda a financiar su primer largometraje.
Con tan sólo veintitrés años, un equipo de jóvenes actores hasta entonces desconocidos (excepción hecha de la protagonista, Ana Torrent), encabezado por los más tarde famosos Fele Martínez y Eduardo Noriega, y con un modesto pero bien aprovechado presupuesto, realizó Tesis (1996), en la que también tuvo cabida con un breve papel su «padrino» cinematográfico, en un perverso personaje inspirado en el profesor que lo suspendió en realización.
Esta ópera prima mostraba su dominio de la intriga en un tema tan morboso y macabro como el de las snuff movies (rodajes de asesinatos no fingidos), y pese a su excesivo metraje y a algún giro rocambolesco, tras su presentación fuera de concurso en el Festival de Berlín de 1996 inició una lenta pero contundente carrera comercial que la convirtió en el gran éxito del año delcine español, con un público cercano al millón de espectadores. A ello contribuyeron las ocho candidaturas a los premios Goya que otorga la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, de los que obtuvo siete, entre ellos los más importantes, como el de mejor película y el de mejor director novel.

Abre los ojos y Los otros, la confirmación

Era el momento de que el tándem Amenábar-Cuerda se pusiera manos a la obra para la realización de una segunda película, Abre los ojos (1997), un filme de presupuesto mucho más holgado y mayor ambición, de tratamiento más cercano a la ciencia-ficción que al thriller psicológico, y con un sorprendente diseño de producción.
La atmósfera enigmática de este filme fascinó al actor y productor Tom Cruise, quien compró los derechos para producir y protagonizar un remake que encargó al director Cameron Crowe. El resultado, Vanilla Sky (2001), no cubrió las expectativas, y las críticas fueron tan adversas como discretísima su carrera comercial a ambos lados del océano. Por el contrario, el original de Amenábar, sólo en España, llegó a duplicar las recaudaciones de su ópera prima, además de servirle de plataforma de lanzamiento internacional con su exhibición en los festivales de Berlín y Sundance, donde tuvo ocasión de descubrirlo el actor
estadounidense.


Nicole Kidman en Los otros (2001)

En Los otros (2001), rodada con un presupuesto de más de 21 millones de euros, al contrario que en las anteriores, la historia no se articula en la ingeniosidad del desenlace, sino en la tensión generada y dosificada a lo largo del filme. Historia de fantasmas más sobrecogedora que terrorífica, mantiene con maestría su doble lectura de principio a fin, y la fácil identificación hitchcockiana en el aspecto y la composición del personaje de Grace (Nicole Kidman), como un remedo de la Grace Kelly que dirigiera Hitchcock, adquiere tintes de manifiesto homenaje al «maestro del suspense», y acaso pierde contundencia ante la aproximación más directa a la atmósfera y la trama de Otra vuelta de tuerca, de Henry James.
Los otros, con actores británicos, la australiana Nicole Kidman como protagonista, equipo español y rodada en inglés en una mansión cántabra que figura situarse en la isla de Jersey, fue el primer caso en la industria española de una coproducción de estas características. Esto redundó en beneficio del filme, considerado norteamericano en Estados Unidos y español en España, con recaudaciones que superaron, respectivamente, los 100 millones de dólares y los 20 millones de euros en las primeras ocho semanas de exhibición.
En este sentido, el director no se desentiende de las influencias, al menos en lo que respecta a sus tres realizadores favoritos, y las adjudica no sólo al plano estilístico, sino a la manera en que cada uno de ellos se planteaba el cine: «En el caso de Hitchcock, está directamente relacionada con el suspense; en el caso de Kubrick, con la búsqueda de la mayor simplicidad y el punto de vista más preciso a la hora de contar algo, y en el caso de Spielberg, se coloca en la posición del espectador y hace la película que a él le gustaría
ver.


Fotograma de Mar adentro (2004)

A juzgar por el éxito logrado, Amenábar parece haber hallado las dosis justas de estas premisas. Tras la espectacular trayectoria comercial por las salas de medio mundo, Los otros fue la gran vencedora en la ceremonia de la entrega de los Goya 2002, con ocho galardones, entre ellos los concedidos a la mejor película, al mejor guión original y al mejor director. Un director que ha dejado de ser el niño prodigio del cine español para convertirse, a sus treinta años, en un nombre sobresaliente entre los buenos realizadores de cine fantástico del panorama internacional.

Mar adentro, el Oscar

En el año 2004 Amenábar dio un nuevo giro a su producción con un título que supuso un acercamiento a la muerte (presente en todas sus películas desde una u otra perspectiva) de una manera completamente distinta. En septiembre de ese año presentó a la prensa Mar adentro, un filme que narra la vida de Ramón Sampedro, el tetrapléjico gallego que puso fin a su vida, con ayuda de algunas personas cercanas, en 1998 tras pasar confinado en la cama por un
accidente más de treinta años.El papel de Sampedro, magistralmente interpretado por Javier Bardem, así como el de todos los actores que intervienen en el filme, fue muy alabado por la crítica. La película, de gran intensidad emocional, fue elegida para representar a España en la carrera por los Oscar de Hollywood y ha servido para retomar un tema tan polémico como la eutanasia en España. Amenábar recibió además el Premio Especial del Jurado de la Mostra de Venecia, el premio al mejor director en los Premios del Cine Europeo, celebrados en diciembre de ese mismo año en Barcelona; y el Globo de Oro a la mejor película extranjera.Todos estos augurios se vieron refrendados en la XIX edición de los Premios Goya, donde el filme consiguió el récord de catorce estatuillas, al ganar catorce de las quince categorías en las que estaba nominada. También fue premiada en febrero de 2004 con el premio del cine independiente estadounidense, los Spirit Awards, a la mejor película extranjera. Pero sería en febrero de 2005 cuando la película recibiera el espaldarazo definitivo y pasara a convertirse en una de las películas más premiadas del cine español, tras conseguir el Oscar a la mejor película de habla no inglesa.

miércoles, 26 de enero de 2011

Apodos criollos


Aguja de crochet: engancha, pero no pincha.
Araña de sótano: puro culo.
Arbolito de Navidad: porque tiene las bolas de adorno.
Balde de plástico: se raja cuando uno más lo necesita.
Baño clausurado: no ve una mierda.
Barrera de Peaje: la levantan con 2 mangos.
Bioquímico: porque vive analizando las cagadas de los demás.
Bolivia: alta y plana.
Budín de pan: lo hicieron para no tirar la leche.
Bujía de madera: porque no tiene chispa para nada.
Caballo de ciruja: ve una botella y para.
Calesita: porque se le suben todos, menos el dueño.
Campeona de Natación: porque nada de pecho, y nada de espalda.
Carbón: porque se prende en todos los asados.
Carrito de choripán: le haría falta un baño.
Chupete caído: porque se levanta, se lava y se chupa.
Coche fúnebre: porque acompaña pero no entierra.
Conejo negro: no hay mago que lo haga laburar.
Escombro: donde está, molesta.
Esponja de baño: esta llena de pendejos y nadie sabe de quien son.
Factura: se entrega a quien paga.
Fernet Branca: es negra y amarga pero se cree la mejor del mundo.
Filo de Sartén: porque sirve únicamente para romper los huevos.
Fruta de plástico: no va a madurar nunca.
Fruta fresca: está listo para el cajón.
Gallina ordenada: porque vive acomodándose los huevos.
Genio: aparece inmediatamente al destapar una botella.
Gol en contra: porque lo hicieron sin querer.
Guardaespaldas: trabaja solo ante una amenaza de muerte.
Guiso de porotos: es candidato al pedo.
León: porque es el rey de los animales.
Luna: porque anda de cuarto en cuarto hasta que queda llena.
Mayonesa industrial: no tiene huevos.
Monet: de lejos se ve bien, pero de cerca es cualquier cosa.
Mosquito: para que deje de chupar hay que matarlo.
Motor de heladera: chiquito, negro y medio caballo.
Murciélago: porque duerme de día y chupa de noche.
Pañal de muñeca: nunca se ensucia.
Parrilla chica: le sobra carne por todos lados.
Recibo de sueldo: muchos la esperan y cuando la ven se decepcionan.
Sachet de leche: porque es difícil mantenerlo parado.
Sándwich de miga: está en todas las fiestas.
Satélite: se cree estrella, pero es un aparato.
Serrucho: siempre pone el diente pero nunca el lomo.
Terapia intensiva: no lo pueden ver ni los parientes.
Zapatillas Adidas: antes se la ponían los ricos, ahora cualquiera.

lunes, 24 de enero de 2011

Arpía


Calificar de arpía a una mujer equivale a atribuirle la mayor perversidad y una fealdad que al mismo tiempo despierta temor y rechazo. Las arpías son aves quiméricas, crueles y sucias, con un rostro horrible de doncella y el cuerpo de ave de rapiña. En su Manual de Zoología fantástica, Borges recuerda que Ovidio las describe con "garras encorvadas y vientre inmundo, pálidas por causa de un hambre que no pueden saciar. Invulnerables y fétidas, todo lo devoran, chillando, y todo lo transforman en excrementos". Arpía -también lo dice Borges- en griego significa la que rapta, la que arrebata ( una idea que flota en la mente de muchos maridos que en los juicios de divorcio comparan con ese monstruo a quien pronto será su "ex"). El mito y el dicho prueban que el sexismo nació con el cosmos. No hay que olvidar que las furias y las parcas pertenecen también al género femenino.

Homa Barbacana

sábado, 22 de enero de 2011

Los pájaros


"Los pájaros" es una de las películas mas conocidas del director británico Alfred Hitchcock. Está basada en un relato titulado "Les Oiseaux" de Daphne du Maurier, en el cual una familia es asediada sistemática y cruelmente por diversos pájaros. Natalie Kay "Tippi" Hedren es la actriz principal y la acompañan Rod Taylor y Suzanne Pleshette.
Tippi Hedren es la madre de la esposa de Antonio Banderas, Melanie Griffith.
Vean la cola abajo al fondo. Extensa introducción a cargo de Alfred H. y además episodios de la película.

Homa Barbacana

jueves, 20 de enero de 2011

Desinformación


Silenciar interesadamente la verdad de lo que ocurre por medio de diversos procedimientos retóricos. En realidad se recurre a cuatro mecanismos generales:
  1. Creación de dicotomías maniqueas o demonización: convertir al oponente en el diablo nos transforma a nosotros en Dios, y por lo tantos somos tan indiscutibles como él.
  2. Utilización de términos de efecto placebo mentirosos en sí mismos pero que de tan repetidos adquieren el carácter de verdad o creencia; sirven como relleno impidiendo pensar con claridad o vedando desarrollar una opinión diferente o crítica sin hostilidad. Guy Durandin, experto en desinformación, define con claridad el fenómeno: “La existencia de palabras hace creer en la existencia de cosas y la propaganda al escoger palabras que utiliza, y al repetirlas, instala en los espíritus juicios de existencia así como juicios de valor”. En definitiva, se trata de la vieja receta goebbelsiana de que ‘una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad’ -lo que Jean Pierre Faye definió como ‘principio de creación de aceptabilidad’: algo que se multiplica exponencialmente, en eficacia e intensidad, a través de los medios de comunicación globales. La reiteración sobre las’ armas de destrucción masiva’ acabó instalando éstas, como una certeza, en el imaginario de las sociedades receptoras. Meses después, con reticencias, fue aceptándose su inexistencia pero ‘la existencia de palabras’ había hecho creer en ‘la existencia de cosas’. Y esta estrategia se completó instalando ‘juicios de valor’ mediante la denominación de sus acciones, como ya se viene haciendo desde hace dos décadas: la invasión de Panamá en 1989 se denominó ‘Causa Justa’; la de Somalia en 1992, ‘Restaurar la Esperanza’; Haití en 1994, ‘Rescate de la Democracia’, y así sucesivamente hasta la ‘Libertad Duradera’ desencadenada por el 11-S. La existencia lingüística de esos objetivos admirables hace creer en que esos son los objetivos reales y que, por tanto, se trata de operaciones militares admirables. Es lo que podría calificarse, tomando la definición de Alex Grijelmo, como “palabras teloneras del abuso y la agresión”. Otro ejemplo característico es la autodenominación ‘los aliados’ beneficiándose del prestigio que esa referencia tiene desde la II Guerra Mundial frente al totalitarismo y de la impregnación del cine estadounidense.
  3. Simplificación conceptual. No se trata de explorar la realidad con sentido crítico, sino de maniobrar para hacerse con su control. El calificativo ‘cobarde’, por ejemplo, se generaliza para cualquier acción terrorista (aunque no sea el más apropiado para entender que diecinueve hombres hubiesen secuestrado cuatro aviones para estrellarlos contra centros simbólicos del poder) y, fuera del maniqueísmo intrínseco, es un uso característico del lenguaje destinado a eliminar la complejidad del asunto reduciéndolo al campo semántico de la masculinidad favoreciendo por contraste la aparición del “héroe”, que es, qué casualidad, el que habla. La simplificación es constante en grandes palabras como ‘Justicia’ o ‘Libertad’ que se manejan sin voluntad de profundizar en su significado e incluso ignorando muchas veces sus aplicaciones más profundas y amenazadas como la libertad de reunión o de prensa.
  4. Empleo de palabras anestésicas o eufemismos. “Daños colaterales” enmascara la brutalidad y la arbitrariedad de la guerra para quienes la siguen a través de los medios desconociendo sus connotaciones. De forma semejante actúa el término “objetivos”, aunque se trata de una palabra más transparente por formar parte de la realidad cotidiana, caso característico de formulación de tipo abstracto, que propicia un distanciamiento de la violencia y neutralizar el factor humano de la compasión. Con una estrategia diferente pero lineal se usa ‘intereses vitales’generando una sugestión trascendental para difuminar lo que no son sino intereses materiales o económicos
Procedimientos también usados para la desinformación y manipulación de grandes conjuntos de personas o masas son la demonización, el esoterismo, la mentira, la omisión, la sobreinformación, la descontextualización, la analogía, la metáfora y el adjetivo disuasivo.
  1. Demonización o satanización. Tipo de descontextualización que consiste en identificar la opinión contraria con el mal, de forma que la opinión del opinante quede así ennoblecida o glorificada. Hablar del vecino como de un demonio nos convierte a nosotros en ángeles. Las “guerras santas” siempre serán menos injustas que las guerras, a secas. Otro ejemplo: lo único que oímos a diario en las televisiones sobre Internet es lo lleno que está de pederastas, de piratas informáticos, de copiadores de software ilegales, de ladrones de música, de ladrones de cine, de ladrones de noticias, de ladrones de trabajos académicos, de ladrones de imágenes, de ladrones de ideas, de ladrones de copyright, de ladrones de…. Sodoma y Gomorra fueron una guardería infantil al lado de la red de redes. Para nada se menciona el intercambio global de ideas, la creatividad, el altruismo de los creadores de software libre, la generosidad de los internautas para con las injusticias, la solidaridad entre pueblos distantes, la amistad entre gentes separadas por miles de kilómetros… En definitiva, las grandes posibilidades de comunicación que ofrece este medio a unos precios “asequibles” (véanse las comillas) y que parece ser aterrorizan a los poderosos. Si añadimos a esto que Internet no ha resultado ser el negocio que ellos esperaban, pues la cosa empieza a estar muy clara: “Hagamos negocio por las buenas o por las malas. Empecemos regulando Internet”: la información se tiñe con la intención de quien la controla.

    El procedimiento es muy antiguo y han recurrido a él frecuentemente historiadores poco imparciales asociados al o a los que mandan, tengan la ideología que tengan. Véase por ejemplo lo que escribe el cronista real Pero Mexía sobre el levantamiento comunero contra Carlos V:
    Dos años y medio había, y aun no cabales, que el Emperador había venido a estos reinos y gobernádolos por su persona y presencia, y los tenía en mucha tranquilidad, paz e justicia, cuando el demonio, sembrador de cizañas, començó a alterar los pensamientos e voluntades de algunos pueblos y gentes; de tal manera que se levantaron después tempestades y alborotos y sediciones…
    Mexía, que poco después machaca “como digo, todo esto fue obra del demonio” arrebata, demonizando a los comuneros, las causas, más lógicas que infernales, que tenían para alzarse. Se presta especialmente a la demonización el tema del patriotismo en boca de “salvapatrias”, a causa del pathos que impregna determinados temas, y que emana de lo que Poliakov estudió como expresión colectiva de la necesidad paranoica de grandificar o magnificar al padre para divinizar al hijo. “Nuestros demonios familiares” fue expresión corriente durante el franquismo, así como la de “los enemigos seculares de la patria”. El doctor Johnson escribió que “el patriotismo es el último refugio de los canallas”.
  2. El adjetivo disuasivo. Algunas palabras y expresiones no admiten réplica ni razonamiento lógico: son absolutamente contundentes y obligan a someterse a ellas. Su contundencia eclipsa toda posible duda: la constitución o la integración europea es, por ejemplo, irreversible. La misma aplicación tienen los adjetivos incuestionable, inquebrantable, inasequible, insoslayable, indeclinable y consustancial. Su maximalismo sirve para remachar cualquier discurso y crear una atmósfera irrespirable de monología. Además, según Chomsky, muchas de estas palabras suelen atraer otros elementos en cadena formando lexías: adhesión inquebrantable, inasequible al desaliento (incorrecto, ya que inasequible significa inalcanzable, inconseguible), deber insoslayable, turbios manejos, legítimas aspiraciones, absolutamente imprescindible... Lexías redundantes, como en “totalmente lleno” o “absolutamente indiscutible, inaceptable o inadmisible”.
  3. El esoterismo. Tendencia al enigma y al oscurantismo en la expresión, que es sibilina, ambigua y enredada, cercana a las razones que ni atan ni desatan o bernardinas, de forma que cualquier interpretación es plausible y, por lo tanto, errada. Por ejemplo, es habitual entre los políticos hablar de las reglas de juego, pero nadie dice cuáles son; también se habla del marco institucional, pero nadie ha descrito ese marco; tampoco existe quien lleve el empadronamiento de las llamadas familias políticas, etc… Es frecuente el alargamiento de las construcciones verbales en forma de perífrasis verbales paralizantes, y fatigosas construcciones pasivas analíticas, y se usa además la hipérbole, la dilogía o disemia, la eufonía y el énfasis (dar a entender más de lo que se dice), recurriendo a hiperónimos. Las palabras del político, además, abusan del léxico abstracto, toman segundos acentos enfáticos al principio o en los prefijos y se alargan mediante procedimientos inútiles de derivación: ejercitar (y mejor, é-jercitár) por ejercer, complementar por completar, señalizar por señalar, metodología por método, problemática por problema… Son característicos los verbos ‘ampliados’ viciosamente con el sufijo –izar, como judicializar por encausar, criminalizar por incriminar, concretizar por concretar, sectorializar, potencializar, institucionalizar, funcionalizar, instrumentalizar, racionalizar, desdramatizar, ideologizar, sobredesideologizar, objetivizar... Algunos llaman a este frenesí por alargar las palabras sexquipedalismo.El lenguaje político ha llegado a ser bautizado como oficialés, a causa de su ininteligibilidad. La jerga burocrática cancilleresca incluso ha llegado a arrancar exclamaciones desabridas a políticos ante párrafos desalmados como estos:
Rúbrica de la disposición transitoria segunda. Se suprime la referencia a las tarifas de conexión para desarrollar el contenido resultante de la tramitación previa en el Congreso de los Diputados. Por último, también por razones de técnica legislativa, una disposición derogatoria que prevé expresamente la abrogación del Real Decreto Ley del que trajo origen este Decreto Ley.

miércoles, 19 de enero de 2011

La quimica del amor


Amor mio:

Ya sabes que me encanta compartir mis bienes y conocimientos contigo. Es por eso que me parece importante que te enteres de algo interesantisimo que acabo de saber.
Toma nota de lo siguiente: el etilbenzeno d10 99+ atomico % D{25837-05-2} C6D5C2D5 FW116.25 bp Fp 89ºF (31ºC) FT-IR 1 (2),1084C 5146,B,8 es un liquido irritante e inflamable. Es un componente empleado en la determinacion cromatografica o en la determinacion espectrometrica de masa de hidrocarbonos en la gasolina.
Espero que te haya resultado agradable enterarte y deseo que te resulte de utilidad cuando formemos nuestro hogar.

Te quiero mucho.

Homa Barbacana

PD: Se vende en ampollas de 1ml, 5ml o 10ml. En mi proximo correo te voy a hablar de la aleacion de zirconio-niquel que en polvo es un agente sospechado de cancerigeno. ¿Lo hubieras pensado?

domingo, 16 de enero de 2011

Azares


No es lo mismo apostar en un casino en la mesa de blackjack, o en la ruleta, o a los dados, o a levantarse una mina en el bar. No es lo mismo apostar en un casino poco dinero o todo lo que uno posee. El casino casi siempre gana y uno casi siempre pierde. La gran diferencia estriba en darse cuenta, antes de entrar, que los patrones del casino, ya han descubierto anticipadamente  el modo de esquilmar a los incautos. Y religiosamente le dan la bienvenida a los incautos que acuden porque de tiempo en tiempo alguno que otro afortunado demuestra lo que es propio de una conducta irracional. Las conductas racionalmente tramposas son castigadas equitativamente de acuerdo a un código mafioso que trata de desincentivar prácticas tan poco lucrativas para los patrones del establecimiento. En el juego de las religiones sucede más o menos lo mismo. Hay un casino en el cual nadie gana porque hasta el día de hoy se premia a todos los jugadores anticipadamente advirtiendo que se continúa pagando la deuda del casino con las ganacias impagas de generaciones anteriores que ya no están en este mundo. O sea que pagan sin culpa hasta que los acreedores sigan manteniendo la fe en un pagadiós que que se digne enviar a su profeta a cancelar la deuda en tiempo y forma. Mientras tanto los patrones recaudan sin cesar tanto en Medio Oriente como en América y en cualquier otro lugar del mundo a su alcance. El casino sigue viviendo de recaudaciones temporales sin apuros intemporales. Porque Ud. ya lo ve, adonde vayan no pagan tributo. Y sus apostadores son los elegidos por la patronal. Otro casino ha descripto inmejorablemente y de modo lujurioso el paraíso que se dedica a los ganadores de los premios a la dedicación vitalicia a apostar sus fortunas en nombre de a la que mejor te parezca. Allí, entre huríes de generosas sexualidades y otras drogas concuspicentes se realizará el pago de una vida desierta con pocos oasis de diversión. Casi casi como el de vivir en un hotel en las dunas de Las Vegas. 
Otro casino en cambio tiene un gerente romántico nombrado desde hace mucho tiempo por el dueño.  Dueño que jamás se tomó el esfuerzo de definir los premios que allí se ganan. Al parecer los premios no existen. Lo que sí se sabe es que el dueño en algún momento tuvo la necesidad de enviar un representante al desierto crediticio de modo de convencer a los apostadores de que era imposible que un camello pasara por el ojo de una aguja, o de que los premios se reservaban para los pobres que no apostaran lo que no tenían, o que a los idiotas se les daría un ticket de consumo para acceder al patio de comidas del subsuelo, y otros muchos premios consuelo para los que apostaran lo poco que tuvieran en el esfuerzo de construcción de barrios cerrados todo terreno (desde el tipo catacumba hasta el tipo vaticano y hasta el actual tipo country).  Hay además otros casinos en los cuales el premio no es fijo y depende mucho de lo que el apostador valore. Se los denomina Asiáticos. Lo que sí es cierto para estos casinos es que no pagan en especias ni en dinero. Privilegian las mesas de casino sin fichas, las mesa de dados sin dados, las mesas de cartas sin cartas, la ganadería sin vacas, la silvicultura sin árboles, y la agricultura con mucho arroz y con curry, los templos con campanas y mucho om y chiquilines devenidos en la mas estupida elección dirigencial, además de nirvanas y otras huevadas circunstanciales. Como verán hay muchos casinos para todos los gustos. Y el empleo de protector solar no es demasiado importante para el que toma baños de luna.

Homa Barbacana 

jueves, 13 de enero de 2011

La dieta del Carbono-Flúor-Potasio (CFK)


Desde fines de 2007 a los argentinos se nos trata de aplicar la dieta del Carbono-Flúor-Potasio, o dicho en argot químico la dieta CFK.

No deja de ser una dieta muy imaginativa, sucesora de la dieta Nitrogeno-Carbono-Potasio (NCK), aunque menos agresiva para la salud.

El reemplazo del nitrógeno por el flúor en la fórmula se ha debido a la desaparición del enlace NC y su reemplazo por otro enlace CF en una muestra que se replicó desmesuradamente en un disco de Petri de los laboratorios de un pequeño hospital del Calafate.

Ventajas de la dieta CFK: 

Ninguna en dosis diarias normales.

Efectos secundarios:

Muchos.

Desventajas de las dietas NCK y CFK:

Baja las barreras éticas y ayuda a mentir descaradamente.
Promueve la agresión entre pares, sobre todo los de menor valencia.
Provoca adicciones.
Estimula la verborragia sin sentido.
Es muy subsidiaria pero poco solidaria.
Genera aburrimiento en una parte mayoritaria de la población estudiada y/o entusiasmo entre los creyentes de los beneficios que otorga el potasio.

Homa Barbacana 

miércoles, 12 de enero de 2011

La lección de anatomía

Foto: Marcos López

El siguiente resumen filosófico incursiona en áreas de la medicina poco exploradas y observadas desde un ángulo poco frecuente. Pertenece en parte al maestro César Bruto.

César Bruto


Bruta lección de anatomía


Las partes más famosas del cuerpo humano han sido: 


El Talón de Aquiles, la nariz de Cleopatra, las piernas de la Mistinguette , la palma de Mallorca, el pie de Atleta, la mano de bleque, el ojo del amo, la cara de Piedra, el pelo de zonzo, la Garganta del Diablo, el ojo de la tormenta, la nuez de Adán y el culo del mundo. (Además, como diría Landrú, del codo de Dorrego). 



César Bruto, experto en el tema, explicaba que el abdomen es la parte situada entre el tórax y la pelvis, de gran utilidad para guardar un montón de órganos que no podrían estar en otro sitio. 
De la parte de afuera, lo más interesante que tiene el abdomen es el ombligo, que lleva siempre una persona alrededor. Eso sin despreciar los ya mencionados tórax y la simpática pelvis, sobre todo cuando la vemos en determinados cuerpos femeninos.



Hemos avanzado mucho en esta materia y dentro de poco estaremos en condiciones de obtener la estructura genética de una buena persona. Todavía no se sabe seguro cuando ocurrirá, pero será sin duda antes que hayamos definido qué es una buena persona.


No sólo la ingeniería genética ha progresado. También los trasplantes, aunque los especialistas aún no han sido capaces de hacer de tripas corazón. 


Los cardíacos no son gente de buen corazón y éste es un órgano que cuando suena, para toda la orquesta. Observemos que el corazón trabaja mientras la vesícula se la pasa haciendo cálculos. Pero no se preocupen por el corazón, les va a durar toda la vida


Sabemos que el hombre que tiene corazón de oro, músculos de acero, voluntad de hierro y pies de plomo, puede especializarse en mineralogía, y al de cabeza de chorlito, cara de perro, vista de lince y estómago de avestruz, le va a resultar conveniente dedicarse a la zoología.


No es fácil saber mucho sobre medicina, más aun considerando la cantidad de órganos que hay, pero nos consta que el que pierde el ojo derecho tiene la mirada siniestra, que los especialistas en enfermedades nerviosas no tienen pacientes, que los dermatólogos van derecho al grano y que si el cerebro fuera tan simple para comprenderlo, nosotros seríamos tan simples que no nos podríamos comprender. 
Sin embargo, los no iniciados en el arte de Hipócrates, algo hemos avanzado. 


No ignoramos que una hemiplejia es grave según del lado que se la mire y que el lugar más seguro para encontrar una mano que nos ayude, es en el extremo de uno de nuestros brazos.


Siempre nos quedan algunas dudas, por ejemplo: 


¿Cómo harán los médicos chinos para diagnosticar la ictericia? ¿Cómo se presenta la palidez en los enfermos africanos?


En los últimos tiempos hemos aprendido varias cosas: Las várices son venas que se quieren hacer ver, que la vejez es mejor que estar muerto y que la definición de enfermo terminal puede provenir de terminar mal.


Además un descubrimiento trascendente: todo aquello que el médico no consigue curar se llama virus, que viene a ser el hijo del matrimonio formado por un microbio y la nada. 


En definitiva la vida es dura y no dura. Viene a ser una sucesión de agujeros. El último con tapa. Vivamos todos los días como si fuera el último, alguna vez lo será....
Biografía de César Bruto
Nacido en 1905, su primer oficio fue el de carpintero hasta que un pequeño accidente lo obligó a cambiar de rumbo. Fue Conrado Nalé Roxlo quien le dio su primera oportunidad en el periodismo, sumándolo al equipo de colaboradores permanentes del diario Crítica. Tras varios años de entrenamiento, el humor fue ganando espacio definitivo en su escritura. A partir de la década del 30 fue colaborador y director de algunas de las publicaciones más leídas de la Argentina: Mundo Argentino, Aquí está, El Mundo, Patoruzú, Cascabel,Rico Tipo, Satiricón, Leoplán, Vea y Lea, Clarín. Ya en la década del 40 comienza a editarse la revista Cascabel y allí publica por primera vez el personaje que lo llevará a la fama. Se trata de César Bruto, redactor iletrado que le sirve al autor para ejercer con fuerte desparpajo distintos registros culturales desde una perspectiva analfabeta. Bajo su firma no ha dejado género sin parodiar: la historia, la crítica de cine, la autobiografía, el periodismo, la poesía gauchesca, la lírica del tango, la medicina e incluso las fábulas con aires a Esopo son algunos de los matices de su paleta, siempre punzante, siempre ejercida desde la periferia.
Según cuenta el propio Warnes, la aparición inaugural de su personaje se debió a una sequía de ideas. Le habían encargado un editorial, no se le ocurría nada y entonces presentó un texto plagado de errores ortográficos y gramaticales atribuidos al hijo pequeño del redactor, que supuestamente se encontraba enfermo. La ocurrencia gustó mucho al director de la revista y el personaje, del que Warnes ya no se separaría, encontró un lugar permanente en la publicación. Desde el primer número, César Bruto fue ilustrado por Oski.
Sus trabajos en dupla con el famoso dibujante, que se extienden por más de dos décadas, continúan en Rico Tipo, tras el cierre de Cascabel, donde juntos hacen el "periódico"
Versos y Notisias (sic), desopilante sección de un humor que pulsa la cuerda de, entre otras, corrientes tan aparentemente distantes como el costumbrismo y el surrealismo. Colabora también en muchas otras publicaciones, entre las que se cuentan las revistas Vea y lea y Tía Vicenta, o el diario Clarín.
En Rico Tipo también publica como Napoleón Verdadero las
Historias de Lío Tras Lío, historias que a través de un reino imaginario le permiten reírse de los dislates de la política de su propio país y, por qué no, de cualquier otro.
En la misma cuerda política, escribe a partir de 1960 y durante 10 años los guiones del programa televisivo de
Tato Bores.
Muere en
Buenos Aires el 2 de julio de 1984.
Fuente: Wikipedia

Conociendo a Alejandro Dolina


 
Biografía y obras destacadas de Alejandro Dolina
  • Nace: 20 de mayo de 1949
  • Lugar: Baigorrita, Buenos Aires, Argentina
Biografía: Poeta, escritor y animador argentino. Desde su adolescencia estudió música y literatura, teniendo un fugaz acercamiento a la Facultad de Derecho. En 1970 inició su carrera Alejandro Dolina como redactor publicitario, publicando artículos en la revista "Satiricón", un mensuario de humor, clausurada por la entonces presidenta Isabel Perón. Alejandro Dolina pasó a escribir para la revista "Humor", donde inventó una mitología centrada en personajes del barrio porteño de Flores (Ciudad autónoma de Buenos Aires, Buenos Aires, Argentina), donde aparece el Ángel Gris, su personaje más emblemático. Posteriormente esas historias fueron publicadas en el libro "Crónicas del Ángel Gris" en 1987 y más tarde transformadas en un musical. Con el advenimiento de la democracia en 1983, Alejandro Dolina comenzó a trabajar en la radio como conductor de un programa que tuvo diversos nombres hasta llegar a "La venganza será terrible", un clásico de la radiofonía del Río de la Plata. Alejandro Dolina hace referencias recurrentes al amor, las mujeres y en especial al amor frustrado.
También escribió "Todo lo que me costó el amor de Laura" y "El bar del infierno".


Frases de Alejandro Dolina

Todo lo que hacen los hombres lo hacen para levantar minas.


Aprendan a soñar los que se contentan con sacar la lotería. . .

No hay sueño mas grande en la vida que el sueño del regreso. El mejor
camino es el camino de vuelta, que es también el camino imposible.

Sólo los sueños y los recuerdos son verdaderos, ante la falsedad engañosa de lo que llamamos el presente y la realidad.

Cada mujer que pasa frente a uno sin detenerse es una historia de amor que no se concretara nunca.

Cualquier cosa es preferible a esa mediocridad eficiente, a esa miserable resignación que algunos llaman madurez.

El amor depara dos máximas adversidades de opuesto signo: amar a quien no nos ama y ser amados por quien no podemos amar.

El universo es una perversa inmensidad hecha de ausencia. Uno no está en casi ninguna parte.

No se puede ser artista si no se ha perdido algo, los poemas de amor
satisfecho aparecen como una compadrada de mercaderes afortunados..
En el amor no existe el libre albedrío, nadie puede decidir de quién va a enamorarse.

Hay para cada hombre una mujer, una sola, que reúne todas las virtudes
que ese hombre sueña....Pero el destino ha decidido que nunca jamás se
crucen los caminos de ningún hombre con la mujer que para él fue
concebida.

Las aventuras verdaderamente grandes son aquellas que mejoran el alma de quien las vive.

Siempre es recomendable recorrer la vida a contramano.

martes, 11 de enero de 2011

La única verdad es la película que yo te cuento - PinK House Light & MagiK


PinK House Light & Magik la productora de los disparates, mentiras, dislates, derroches, manipulaciones y decepciones más importantes del Mercosur homenajea a un gran excompetidor caído en desgracia.


Homa Barbacana

La murga de la argentina triste


¡Rataplán, rataplán, rataplán!
¡Pum, pum, pum!

Aquí llega la murga argentina,
la de la argentina triste,
escuchen todos quienes somos:

¡Rataplán, rataplán, rataplán!
¡Pum, pum, pum!

Delincuentes libres e inocentes presos.
Usurpadores sin armas y policías violentos.
Ministros a los que toman por estúpidos y ciudadanos mentirosos.
Banqueros drogados y pibes chorros.

¡Rataplán, rataplán, rataplán!
¡Pum, pum, pum!

Payasos de sotana y obispos de circo.
Pescadores mediáticos y predicadores de Mar del Plata.
Brujos de caballería y capitanes africanos.
Relojeros marroquíes y musulmanes suizos.

¡Rataplán, rataplán, rataplán!
¡Pum, pum, pum!

Comerciantes empedernidos y fumadores agiotistas.
Chacareros chupasangres y usureros oligarcas.
Filósofos destituyentes y periodistas chupamedias.
Jubilados adinerados y futbolistas en la miseria.

¡Rataplán, rataplán, rataplán!
¡Pum, pum, pum!

Modelos desnutridas y nenas prostituídas.
Empresarios piqueteros y sindicalistas ricos.
Tercerizados codiciosos y gerentes hambreados.
Funcionarios desilusionados y contribuyentes cagatintas.

¡Rataplán, rataplán, rataplán!
¡Pum, pum, pum!

Señores del desgobierno y la oposición,
nosotros les preguntamos:

¿Tienen sal en el salero?
¿Tienen tinta en el tintero?
¿Tienen sopa en el caldero?
¿Tienen mierda en el balero?

Aquí se va la murga argentina,
la murga de la argentina triste,
pero escuchen todos:
esto no se acaba, por ahora.
Existe también una murga argentina,
pero de la argentina alegre. 
Vuelvan cuando quieran.

Homa Barbacana

domingo, 9 de enero de 2011

De por qué soy un pésimo optimista

OPTIMISMO Y PESIMISMO
 El tipo se hace pesimista, por lo general, a fuerza de ir viendo lo que les pasa en la vida a los optimistas.
Hay un optimismo capaz de producir pesimis­mos: y es el de los optimistas que enajenan el presente, que desatienden la hora en que se vive a fuerza de anticiparse un futuro prodigioso de esa hora.
Aspirar a la plenitud es un modo de conspirar contra ella. Quien aspira a mucho, en efecto, siempre se siente defraudado por lo que pudo, luego, conseguir.
Cada hora de la vida tiene una riqueza, un significado y un sentido. Cuando el tipo no apro­vecha esa riqueza, no advierte ese significado, no entiende ese sentido, ha sufrido una pérdida que ya con nada podrá compensar.
No es optimismo auténtico el de quien espera confiado a que la realidad llegue a tener el tama­ño de sus sueños: lo es, en cambio, aquel capaz de vivir su sueño como una realidad.
Esperar a que una ilusión se realice, es una falta de respeto para con la ilusión.
Esperar a que se transforme en una cosa que pueda tocarse o guardarse en el cofre-fort o po­nerse en la heladera, es quitarle a la ilusión sus valores más ciertos y su gracia más diáfana y su gloria más pura.
Es confundir a la ilusión con un pagaré. Dicen los pesimistas que no puede haber felici­dad completa, porque están aburridos de ver la decepción de los optimistas que creían que podía haberla.
Pero es que la felicidad no es nunca una cosa hecha: se va haciendo.
No se trata de que el tipo piense, edificado, en que llegará a ser feliz: se trata de que, lúcido, vaya siendo feliz.
A cada momento el tipo está llegando a algo. Lo malo es que no se da cuenta.
Nada de lo que pasa, pasa. Todo se hace nuestro.
Y el tipo, que siempre quiere apoderarse de todo ¡nunca sabe ser dueño de nada!
La felicidad no puede estar al fin de ningún ca­mino: debe ir estando en el camino.
No es, nunca, una cosa hecha: es intención y referencia, es conciencia y fe.
No busca el camino hacia una cosa: se hace, entre las cosas. un camino. . .
Todo momento es algo, todo paso es una deci­sión.
Cada latido es un regalo.
Por no haber entendido eso tuvo que confesar, allá en sus años viejos, la Marquesa de Sevigné:
__" ¡Qué feliz era yo en aquellos tiempos en que era infeliz...!”

Wimpi



Arthur García Nuñez —Wimpi—
(1905 / 1956), humorista, guionista, y periodista nació en Montevideo. Trasladado con su madre a Buenos Aires, estudió en el Colegio Nacional Mariano Moreno e ingresó en la Facultad de Medicina de Buenos Aires.
Abandonó la carrera de medi- cina para viajar a la provincia de Chaco en busca de aven- turas. De regreso en Montevideo fue redactor de El Imparcial y El Plata. Tanto en el medio gráfico como en la radio ganó prestigio en su actividad periodística.
Su aparición en Buenos Aires en 1946 es un verdadero suceso, amparado en un trabajo lúcido y vivaz. El gusano loco y Los cuentos del viejo Varela, fueron los únicos libros publicados de Wimpi, producto de sus propias vacilaciones.
Pero su gran éxito lo constituiría el programa radiofónico Ventana a la calle (1951), en el que impone su particular estilo mediante charlas de contenido espiritual y mundano salpicado con un humor especial.
Las diferencias entre cultura y saber, la felicidad, el amor propio, las limitaciones del “tipo”, denominación que en su particular imaginario adquiere la humanidad, la incidencia de la guerra en el hombre, son algunos de los temas que en forma amena y profunda disfrutaban sus “radioes- cuchas”.
Su rígida autocrítica lo llevó a destruir otras obras de su producción, y acaso el mismo destino pudieron haber seguido: La taza de tilo, Ventana a la calle, Cartas de animales, Viaje alrededor de un sofá, Vea amigo, La risa, Los cuentos de Don Claudio Machín, El fogón del viejo Varela y La calle del gato que pesca.
Paradójicamente su inesperada muerte los salvó de ese destino. El 9 de setiembre de 1956, inesperadamente, falleció en Buenos Aires. Estas obras, justo reconocimiento, fueron publicadas póstumamente en virtud del afecto y respeto profesional de quienes lo conocieron.
Hombre de espíritu vivo, destaca su obra por la frescura y el ingenio de sus personajes y en especial el humor deslumbrante que transmite.