La cuenta me ha resultado
Propiamente procastinante.
Entre orígen no buscado
Y fin inesperado.
De la cuna al cajón
Sólo un entusiasmo educado
Y una educación entusiasmada.
Haciendo hoy el balance
Entre lo aprendido
Y lo observable
Me doy cuenta y sumo
Lo que resta a lo contingente,
Acostumbrado, loco, y empeñoso
Doy por valioso lo permanente
Y lo remanente por peligroso.
Mientras tanto la vida permanece
Rumiando el cambio
Y permutando la lógica
No lograré darme cuenta
Ni podré contar lo ponderable y
Del universo todo, poca parte
Porque no me es dado
Ni siquiera el Rubicón
Que logra hacer cesar la duda
O darle bandos a la certeza.
No lograré conocer el futuro,
Tampoco adivinar del pasado
La herencia escondida en sus mitos.
Aquí estoy, aunque no en todo sitio,
Mientras soy, pero del todo limitado,
Incapaz de ningún infinito.
Hábil para pocas cosas y algo más.
No lograré dar cuenta siquiera
Lo que de mí mi tiempo viene robando
Porque mi memoria conserva
Del universo solamente lo que es capaz:
A veces lo que me será útil,
Muchas veces lo que deseo que así sea,
Y otras, menos, lo que me disgusta.
Parte de lo que soy he heredado
De otros que tampoco han logrado
Lo que yo también desconozco
Aunque de a poco vayamos, todos,
Hacia la suma del conocimiento acotado.
Cuando razono no me alcanza
La comprensión del mundo
Y cuando me emociono, a menudo,
Me pierdo lo mejor del resto.
No lograré ser siempre del todo ecuánime.
Ni lograré por cierto sentirme del todo bien.
Nunca antes he existido y
Nunca después existiré.
Pero sí sé que
(Por motivos puramente existenciales)
Para mí es necesario testimoniar,
Acostumbrado, loco y empeñoso,
Las circunstancias de lo que sí he logrado
Durante mi viaje entre mis tiempos y mis mundos inexistentes.
Homa Barbacana
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